Nuestra filosofía pone la mira especialmente en el aspecto personal: nos interesa sobre todo conocer personalmente a nuestros productores, transportistas y distribuidores, desarrollando y cultivando unas relaciones de confianza con estos. Esto no sólo nos permite entender mejor los mercados en los que intervenimos, sino también las peculiaridades de los productos: de dónde provienen, cómo se sienten al tocarlos, cuál es su olor y sabor, dónde y por qué se emplean, en breve todo lo que contribuye a su singularidad. Esta cooperación nos permite desarrollar un sentido específico para los artículos producidos con cariño y para el dinamismo de las evoluciones de mercados locales. En función del trasfondo cultural efectuamos las adaptaciones correspondientes, todo con el deseo de conservar el "alma" del producto. Estamos convencidos de que relaciones comerciales estrechas y fuertes nos permiten obtener, en las turbulencias de los mercados internacionales, una ventaja competitiva decisiva y una base de confianza inestimable.
El modo de trabajar de SGI está caracterizada en gran medida por virtudes "típicamente suizas": si descubrimos y fomentamos en solitario y activamente un nuevo producto o si actuamos como empresa de exportación e importación (EMC), siempre obramos conforme a nuestros tres pilares:

  • eficientes como el estándar de un reloj suizo de calidad.
  • transparentes ante todos los socios participantes a fin de conseguir directamente nuestros objetivos.
  • flexibles para amoldarnos de manera ágil y creativa a sucesos actuales.